Irle al Cruz Azul es doloroso.
Cada torneo es igual.
Duele cuando pierden.
Te enojas cuando no hacen lo que deben de hacer.
Sin embargo, quien me conozca, ya me habrá escuchado la frase: «Pero papirringo, cuando ganemos el campeonato, como nos va a saber?»
Y es que al final, si tienes ese amor a un equipo ‘perdedor’ empiezas a amar el proceso.
Empieza a gustarte la ilusión y el desamor cada 6 meses.
Hoy mismo estaba viendo quien podría ser un refuerzo para la maquina.
Y creo que lo mismo pasa con los negocios.
Hay quien ama el proceso y hay quien sólo ama el resultado.
Están los que le van al Barça o los que les vamos al Valencia.
A mi me encanta la presión.
Me encantó la incomodidad que me dio mi primera venta online.
Me gusta no saber el resultado de mis acciones.
Y es que después, cuando llega el éxito, me sabe increíble.
Pero al día siguiente sigo teniendo hambre.
En Noviembre tuve el mejor mes en cuanto a dinero de la historia de mi vida.
Nunca había visto tanto dinero junto.
Pero desde ayer, empecé a ver quienes son los refuerzos.
Desde ayer comencé a hacer acciones para superarlo.
Me encanta el proceso.
Quiero más.
Y no necesariamente dinero.
Quiero más estrés.
Quiero más problemas.
Quiero que me hablen 10 personas al mismo tiempo buscando soluciones, no 5.
Quiero seguir dando el mejor servicio.
Me encanta el proceso.
Quiero más.
Por lo pronto, sigo siendo hincha del Valencia y del Azul.
Y cuando ganen el campeonato o la Champions.
Me sabrá a gloria.
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